viernes, 28 de noviembre de 2014

Shamelessness

Era sé una vez, el hombre que pagó la mitad de los anticonceptivos porque se sentía cómplice.

London.
Se me revuelven las entrañas. Sólo me faltaba un medio de comunicación donde bloquearte. Gmail. Con cada correo vienen adjuntos recuerdos ocultos desde no sé donde ni cuando, recuerdos que creía olvidados. Si algunos de ellos hubieran venido cuando tocaban igual la historia se hubiera alargado un pelín más. Otros hubieran hecho que se acabara antes.
Es instantáneo. PUM.
Con los días se me va olvidando el por qué, pero todo vuelve. Soy incapaz de llevarme bien contigo.

Una vez más lo he intentado, una vez más me han ignorado. Mañana mañana... mañana... y el café se me ha quedado frío mientras esperaba un puto día, una puta hora para decirte que te echo de menos a la cara. A LA CARA. Eso que la gente no sabe hacer... 
Dime que pasas de mi, que toda la amistad que había era una farsa, que sólo era "la novia de", un pokémon, un chiste, un compromiso, un peso muerto. Que realmente te importa una mierda todo, que has elegido y ya está. Pero a la cara por lo menos, para poder dejar de preguntarme qué he hecho.

No era la actualización que tenía en mente. Pero es lo que me ha salido.

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