martes, 31 de diciembre de 2013

Goodbye Yesterday.

DELASCRUCES Foto-Video

Y otro año más que se acaba dejando pasar al que te pisa los talones. Un 2013 que muere para dar vida a una nueva agenda lista para rellenar. 
Con agonía por empezar cosas nuevas y mucho estrés, muchos enfados, muchos llantos, muchos errores cometidos y equivocaciones que dicen adiós para abrir una nueva bolsa de problemas y disgustos que todavía no he descubierto. Así pues lo que tenga que traer el 2014 siempre será peor que lo que vino en el 2013, porque ya queda atrás, ya queda enterrado en el pasado, no dejando que afecte al nuevo presente. Es algo que nunca se podrá remediar, y es que somos personas que erramos y tropezamos varias veces con la misma piedra, pero con la cabeza algo más alta, y unas patas de gallo de más; hasta que llegue un día que se evolucionará. 
Así bien, entre el frondoso bosque siempre se hace paso la luz, ya que necesitamos la felicidad para continuar. Los pequeños detalles que hacen decir "Feliz año nuevo" deseando con sinceridad un año mejor para los demás. 
Un amor llamado Londres, un desamor llamado París me han hecho darme cuenta de lo que echo de menos, de lo que he dejado atrás con la responsabilidad, y de lo que no podré alcanzar. 
Y despertarme cada día para levantarme e ir al mismo sitio una repetitiva sucesión de días... me ha hecho crecer de golpe, odiar cosas nuevas, personas nuevas, y amar otras que desconocía. 
De no tenerle ningún día, imaginarle conmigo a ahora 10 min en metro hacen que sus brazos me protejan de la vida, de sus garras afiladas. Mañanas y noches de películas, cines, montaditos, coche, lluvia, cenas caseras, fotografías analógicas, son la cuenta atrás de la semana, el suspiro más fuerte y dulce que me hace resucitar.
Siempre he esperado la frase de: el tiempo pone a cada uno en su lugar, y éste año ha dado a luz el significado gráfico. He visto como torres altas caían, y pequeñas hormigas se hacían reinas. Éste año ha vuelto gente que creía perdidas y desterradas, y ellas mismas se han abierto paso entre las cicatrices que dejaron, y yo un poquito más feliz por ello.

Y esa foto refleja quién soy yo ahora, soy Jesús, soy Héctor, soy DELASCRUCES, soy Elena. Todos los días. Ellos son la parte de mi que flojea, los proyectos que no me atrevo a hacer, los errores que cometo. Hacen que la parte difícil de la vida se supere con sonrisas. Pese a que os odie, sólo os puedo querer cada día más a mi lado, pese a que no os quiera ver, siempre quiero teneros. Y el año que viene más.

Y la última noche del año, simplemente íntima, con una cena estupenda que no se puede mejorar, con mi iniciación en los mojitos, con el postre más maravilloso, las uvas más dulces, y las películas que durarán lo que dure. Y con él, mi regalo más mágico de éste 2013, Jesús, así sé que será perfecta.