miércoles, 15 de octubre de 2014

Memories.

Necesito escribir esto, pese a que mi dignidad quede por el suelo.

El simple hecho de que sean las ocho y media, Octubre, que no haya nadie en la tienda y ya sea de noche ya me inunda de recuerdos, tanto buenos como malos.
El año pasado mi vida se redujo a la tienda, sacarla adelante junto a él, y él intentando sacarme de mi. Es difícil echar la vista atrás y no ver otra cosa que dos ordenadores, dos caras. El mostrador lleno de pos-its. Podríamos hacer esto, podríamos hacer lo otro. Has hecho esto? Has hecho lo otro?
Risas por clientes incoherentes, a la vez que broncas y mierdas en la cara por no hacer las cosas bien...
A veces bolsas repletas de golosinas para sacarme una sonrisa.
A veces mis bolsas repletas de golosinas para él y para mi, pese a que me dijera que no.
A veces ver anime y pelearnos por el simple hecho de quién le daba a la pausa.
Pruebas de iluminación en el estudio, con luces de contra que nunca coincidían donde tenían que coincidir.
A veces donuts del mercadona para saciar las gulas.
A veces kikos, que sólo yo sabía cuales eran los especialmente ricos, para acompañar las películas.
A veces visitas, más para él que para mi...
A veces cumpleaños en el estudio, con tartas, golosinas, cubiertos de plástico y photocall improvisado.
A veces Gaia para cenar sólo para hacerme feliz, porque sólo me hacía feliz a mi.
A veces el carruaje blanco esperando en la esquina de Bankia.
También discusiones por yo no querer pasar ni un segundo más aquí dentro. Hoy sigo igual, estas cuatro paredes tantas horas saturan...
Halagos por un trabajo bien hecho. Por retoques que sólo yo era capaz de hacer. Poses que sólo yo sabía dirigir. Por grandes ideas.
Discusiones por la temperatura del aire acondicionado estropeado.
Discusiones por volver a ensuciar lo que él había recogido y limpiado.
La gran hazaña de ordenar las pilas.
Sustituciones en la tienda por mi gran variedad de enfermedades, que yo agradecía enormemente.
Éste cliente para ti, éste para mi.
Mis recaídas de autoestima que él levantaba, igual no de la mejor manera...
Manzanillas de 1€ que iban y venían.
Discusiones del fin de semana que todavía no había ni llegado...

Como he dicho, son muchos recuerdos buenos y malos, que ahora mismo no puedo controlar.
Están dentro de estas cuatro paredes.
Éste año se crearán nuevos.

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