viernes, 13 de febrero de 2015

Fucking romantic movies

Eylül Aslan


Momento melancólico. 
Hace tiempo que dejé de escribir por la noche, porque sino acabaría en alguna vía del tren, o sirviendo de carril en la avda del cid, o de comida para cuervos, ya me entendéis. También desde que no escribo a horas prohibidas escribo peor. 
Ahora no es noche, pero se han encendido las farolas. Una casi melancolía dramática. El pre-socorro.

Echo de menos tantísimas cosas que no creí que echaría de menos. Tantas cosas que no creía que perdería así. Ha sido como si me has hubieran arrancado así de pum. Como cuando te están depilando y te engañan, no te avisan.. ZAS!! de raíz. Duele tanto tantísimo durante unos segundos, o minutos, y luego encima se te queda rojo durante días... yo estoy bastante enrojecida, que no ruborizada eh. ENROJECIDA. 
No me gusta que me quiten así las cosas, no me gusta que si dejo mi copa con un culín venga un gilipollas y me lo tire al suelo. Coño, ese culín era para luego! Así con todo, porque hoy no quiera amour no significa que en unos dias, o en unos mesecitos siga sin quererlo, a veces necesito descansar de personas, de momentos, de rutinas... pero un descanso es eso, una siesta. Luego lo querré otra vez con más ganas. 

Me gusta decir la verdad y nada más que la verdad en éste blog. Aunque sé que hay personas que me leen que les puede doler. Pero es mi verdad, y yo no quiero hacer feliz a todo el mundo (quien diga que si quiere miente).  Pero es que no todo el mundo escucha, sabe escuchar, o quiere escuchar, y hablar por hablar con una persona de mis sentimientos, preocupaciones, y esas cosas es perder el tiempo, y no se puede hablar de todo con todo el mundo. Actualmente no existe nadie en mi vida que comparta todo los campos conmigo, y guardar las cosas no es bueno, nada bueno, y lo noto. 

Locuras por amor. Hoy preguntaban en la radio cuál ha sido la mayor locura que has hecho por amor. Con lo cauta, vaga, responsable que soy yo... no lo sé. Supongo que enfrentarme a mis padres para conseguir avanzar fue bastante locura en su día. Trasnochar, Empalmar. Viajar. 
Me encantaba pensar que vivía una película. Que las cosas podían pasar de verdad. Pero ni siquiera las ranas se convierten en príncipes, sino los príncipes en ranas. 
Eso de que dos personas están pensando el uno en el otro, pese odiarse, de repente cogen el teléfono se llaman y OH DIOH MIOH! Surge el amor, explosión, conexión. En las películas ellos lo saben, pero en la realidad qué hay que hacer, una llamada perdida? un wassah? Cómo sabes si esa persona piensa en ti o ni siquiera se acuerda de tu apellido? Malditas películas románticas. 

Yo no sé si repito fotos, pero bah, me gustan, por eso las pongo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario