jueves, 28 de junio de 2012

I bite the water for you


Martin Stranka
Dame un solo motivo para no reptar por tu cuerpo hasta llegar a tu boca, pues sin que te des cuenta, cada vez que me miras, ya llevo medio camino hecho.

Hay historias de amor que tienen prisa por comer perdices, que cuentan con ayuda de hadas madrinas, pero no tienen por qué ser las mejores claramente. Mi historia de amor trata de zorros racionales que se convierten en pasionales, y serpientes que se esconden para inyectar veneno, que salen al exterior solo para enamorarse.
Se trata de una historia de secretos, sentimientos que no salen a la luz, y cuando lo hacen estallan en cobardía. Es la moraleja del silencio, la tortura que puede llegar a ser. ¿Qué hace falta para que todo se revele?
Lágrimas.
Las lágrimas conmueven hasta las piedras. Las lágrimas son el empujón a la sensibilidad, comprensión, y el roce. Y éste lleva a la locura, a la explosión de sentimientos que se desbordan, sin poder controlarlos ni dirigirlos, no respetan la señalización de prohibido, ni peligro; pero sería luchar contra lo inevitable, y eso...es imposible.
Y después de noches de dedos entrelazados, engranajes a la par, y noches que no se debían contar... ahora hay nuevos días que no se tienen por qué ocultar. Ahora serpientes y zorros embriagados se mueven por el mismo camino, juntos.

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