lunes, 23 de junio de 2014

Eternal Saturdays

Leo Tage-Hansen
Los eternos sábados se han convertido en una puerta de salida de mis emociones. Con todas las cosas que quiero hacer, todas las personas a las que quiero ver y el poco tiempo que tengo... me faltan horas y sobretodo en los fines de semana. 24H tiene el sábado y se me quedan cortas. Así pues he decidido unir los sábados con los domingos sin pausa. El amanecer del domingo es un segundo crepúsculo del sábado. Los desayunos... son meriendas cena, pero con zumo de naranja del Lidl. Mi cama del sábado se ha convertido en ... bueno no hay cama directamente. Mi cuerpo ha aceptado mi propuesta de ampliar mi horario, pues disfrutemos cada minuto que me queda. Gasolina 95 y para delante.
Junio, el mes de los eternos sábados. 

Mi nuevas alas olor a fresa (provisional), color gris champagne. Mi nuevo hogar. Mi león rampante. Ahora sí soy imparable.

Y mi coraza se hace más alta y más grande, no quiero más dolor, no quiero más latigazos. Y eso significa dejar mis principios que siempre he seguido atrás. No más cordialidad, ni amistad, ni un café, ni un hola. Todo el amor tan pasional de película con estreno el 14 de Febrero, hoy por hoy es dolor. 
Pese a que quiero estar ahí, en las buenas y en las malas... no quiero sangrar más con tu sonrisa, con tu voz, con tu olor... No llamo porque no quiero, sino que no llamo porque me quiero.


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