martes, 2 de septiembre de 2014

Back to school

Veronika Gilkova

Nueva sensación mágica.  Como volar.
Sentir que estás dentro de una película, con el mejor director de fotografía, la realidad. Hacer fotos mentales porque la velocidad y el viento no te deja otra posibilidad. Pero ésto no se va a quedar así, pienso volver a hacer ése camino por la noche aunque me deje el culo en ese asiento. Que maravilla.
Ahora esa es mi nueva droga. Si antes desaparecía los fines de semana y los convertía en eternos... ahora pienso alargar esas sensaciones lo máximo que pueda, si antes se me iba la cabeza, ahora ya no tengo límite. Los kilómetros que hagan falta para sentirme viva cada fin de semana, con quien haga falta.
Fue la improvisación lo que me llevó a la playa del quinto coño (sí, pisé la playa finalmente, fuerza mayor de mi cuerpo) pero el finde que viene lo superaré. Quiero explotar de felicidad. Con ella, con él. 

Me como bocadillos de frustración cada día, con ganas de enterrar el móvil bajo tierra con la mayoría de contactos que conlleva... y a ti rescatarte para no dejarte ir. Para hablar contigo, sólo hablar. Conocerte. 
Tengo tantas ganas de matarte maldito pequeño stalker adorablemente idiota.... como de comerte a besos. Pero quiero saber qué parte de las dos tira más hacia ti. Paso de cero a cien en segundos, tal como me me dices " quiero verte" a cualquiera de esas cosas que me sacan de quicio y me tocan las narices, como si hubieras hecho un máster para sacar mi bordería. De verdad que... agh. Pero quiero que llegue el sábado, mucho. Pese a que quiero matarte, sólo te romperé las piernas. 
Pero todo siempre con cariño.



Mientras tú llevas el manillar, yo me entretengo desde atrás pasando mis manos por tu cintura discutiendo con el viento quién puede acariciarte. Subiendo por tus costillas entrelazando mis dedos en tu torso, aprendiendo a contar con el ábaco de tus abdominales... uno dos... dos tres... Me hago la tonta excusándome con el frío, con tus ojos fríos, tus ojos claros fríos. Y el semáforo se pone en rojo combinando con tus mejillas a la perfección, haciendo juego con mi nariz. Chispas. 
Y sigo contando abdominales... dos tres... tres cuatro...
Es... oh... 




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